Su proceso de fabricación comienza con el picado del magro en trozos uniformes y gruesos, su posterior adobado con pimentón de La Vera, sal y especias, y es embutido finalmente en la tripa cular de cerdo, de la que recibe su denominación.
No contiene ni gluten, ni lactosa, así como ningún alérgeno, por lo que puede ser degustado por aquellas personas que sufren de alergias e intolerancias.
El proceso de curación, se realiza de manera tradicional en nuestros secaderos naturales, en un proceso lento que se dilata hasta los cuatro o cinco meses de curación. Y posteriormente, culmina su maduración en la bodega, donde termina de adquirir su inconfundible sabor.
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